Llevan preparándose para este momento mucho tiempo. Un equipo que ha sorprendido a España, que ha batido récords y conseguido puestos históricos y que ahora llega a la verdadera liga. Desde que tenían 15 años tiran juntos, perdiendo, luchando y venciendo juntos.
Los integrantes del equipo de espada masculina, Manuel Bargues, Álvaro Ibáñez, Àngel Fabregat y Yulen Pereira ya nos hicieron soñar en 2013 cuando se llevaron la plata en el mundial júnior de Plovdiv, cuando se colocaron como los números uno del ranking mundial en 2015 o cuando finalizaron subcampeones de Europa sub23 en 2018.Todo apuntaba a que serían un equipo grande
Pero el salto de las categorías inferiores a senior, donde los verdaderos profesionales compiten, es duro y al fin el equipo de espada masculina ha pisado fuerte en la categoría absoluta.
Con los aros olímpicos en mente, se pusieron en guardia en la primera competición que daba puntos para Tokio, en la competición más prestigiosa del circuito, La Monal.
Entre más de 40 equipos, la espada masculina española se llevó el cuarto puesto, una posición que apunta a un buen inicio de la clasificación y que marca un nuevo camino para el conjunto español. Ya saben de lo que son capaces, y les queda un año para repetirlo y conseguir su mayor objetivo: ir a unas Olimpiadas.
Este es un paso muy importante para vosotros y La Monal es conocida como la copa más prestigiosa del circuito internacional de espada masculina ¿Qué supone meterse entre los cuatro mejores?
(Álvaro Ibáñez) Supone un gran paso hacia delante ya que nos hace seguir soñando con la posibilidad de ir a unos JJOO y a la vez supone una gran satisfacción y certificación de que estamos trabajando bien. Por supuesto, conseguirlo en esta Copa lo hace incluso más especial.
(Àngel Fabregat) Meterse entre los cuatro mejores, más allá de lo que supone desde el punto de vista de resultados, es una muestra de que el trabajo del día a día funciona, de que por fin las cosas empiezan a salir y de que es una realidad que podamos estar ahí en la lucha por las medallas más veces.
No soléis tirar de un público tan amplio y una organización como la que hubo en París ¿Cómo se vivieron los asaltos desde la pista?
(Álvaro Ibáñez) Sin duda puedo decir que el tirar en esa pista final con todo el pabellón animando y junto a este equipo es la mejor experiencia esgrimística que he vivido hasta la fecha.
(Yulen Pereira) Lo primero agradecer a la Federación Francesa y sus patrocinadores este espectáculo para la esgrima. Tirar en la pista final de La Monal es una experiencia única que espero que se repita muchas veces más.
(Àngel Fabregat) Fue increíble. Sobre todo, en la lucha por el bronce, donde parecía que todo el público nos animaba a nosotros. Fue una sensación única e irrepetible, la pista final iluminada, el público emocionado, un asalto apretado… ¡Lo tuvo todo!
Ahora que sabéis que podéis hacerlo ¿Qué objetivos os marcáis para lo que queda de temporada?
(Álvaro Ibáñez) El objetivo es duro y claro: seguir trabajando para que este resultado no sea un hecho aislado.
(Àngel Fabregat) El objetivo es el mismo: tirar bien, mejorar en cada competición y seguir creyendo que se puede, esa es la receta para seguir hacia delante, más allá que obsesionarse con los resultados.
(Manuel Bargues) Como ha dicho nuestro entrenador hemos descorchado la botella y ahora toca servir las copas y bebérnoslas, vamos a trabajar duro y a intentar seguir soñando y mantener estos resultados.
¿Estuvisteis a un tocado de quedaros en 32, supuso ese asalto tan ajustado la llama que prendió la mecha que os llevo hasta Semifinales?
(Álvaro Ibáñez) Puede ser. Creo que supuso una llamada de atención a que debíamos entrar más concentrados y con mayor confianza para evitar tener que enfrentarnos a otra situación igual, por lo que lo aplicamos en los siguientes encuentros.
(Àngel Fabregat) Fue un asalto muy duro contra un equipo muy fuerte (Dinamarca) que siempre nos pone contra las cuerdas. Esta vez la balanza se decantó a nuestro favor y ganamos en prioridad. Un tocado puede decidir una competición entera y la verdad es que ese tocado nos dio las alas para poder llegar luego hasta ahí.
Lleváis muchos años tirando juntos y haciendo resultados históricos ¿Cuál creéis que son los ingredientes para formar un equipo como el vuestro?
(Yulen Pereira) Sin duda la buena relación que tenemos entre nosotros. Intentamos pasar la buena vibra que tenemos fuera y reflejarlo en la pista. Somos una familia con ganas de comernos el mundo y eso es lo que nos va a hacer un gran equipo.
(Manuel Bargues) La confianza y la fusión, somos un grupo con cero malos rollos y nos queremos mucho, siempre nos apoyamos y eso nos quita mucha presión ya que en los demás equipos siempre hay alguna lucha interna, por pequeña que sea, las hay.
(Àngel Fabregat) Empezamos como un equipo, pero con el tiempo nos hemos convertido en un grupo de grandes amigos que buscan un objetivo común, y eso hace que el trabajo que hay que hacer sea mucho más divertido y fácil. Además, no hay que olvidar que en el equipo solo se ven cuatro personas, pero estos resultados son fruto de un grupo de trabajo mucho más amplio en el que todos sumamos para llegar hasta las metas comunes. Una gran familia.
Imágenes: Facebook FIE