De la mano de Fencing Academy traemos una serie de consejos para todos aquellos que esta temporada hayan decidido iniciarse en la esgrima y es que no hay nada tan emocionante como pisar una pista de esgrima por primera vez.
Aunque al principio pueda resultar intimidante, la emoción vencerá rápido a ese sentimiento. Empezar algo nuevo nunca es fácil, por ello, desde el blog de Fencing Academy, han desarrollado 12 consejos que harán que estés mucho mejor preparado para afrontar tu primera puesta en guardia.
1. No te preocupes por hacerte daño
Hay muy pocos accidentes en la esgrima y las lesiones más comunes suelen coincidir con las que pueden ocurrir en el resto de los deportes. Algún moratón o empujón puede que te lleves, pero siempre se curará rápido y el daño será mínimo.
Piensa que los esgrimistas toman muchas precauciones, lo que hace que sea un deporte muy seguro. De hecho, existen más probabilidades de lesionare en un partido de fútbol que en un asalto de esgrima. Pero, sin duda, lo que siempre te mantendrá a salvo es que sigas las normas y obedezcas a tus entrenadores.
Consejo: La seguridad siempre va primero en la esgrima. Trabaja desde el principio para asegúrate bien de qué sabes cómo se usa el equipo.
2. Trabaja tu resistencia
Muchos esgrimistas se sorprenden cuando descubren lo cansado que puede llegar a ser practicar esgrima. Aunque a veces puede parecer lo contrario, lo cierto es que la esgrima requiere tener un buen nivel de resistencia para poder aguantar los minutos que dura un asalto. Hacer un poco de cardio puede suponer una gran diferencia en tu rendimiento, lo que aparte de mejorar tu esgrima, hará que disfrutes mucho más.
Durante un asalto largo, uno de los factores que influenciará en la victoria será la capacidad de aguantar todo un combate con el mismo nivel e intensidad. Si te cansas antes que tu adversario, comprometerás tu esgrima. ¡Una buena resistencia puede hacerte ganar muchos asaltos!
Consejo: al principio no debes obsesionarte con el físico y los entrenamientos complementarios. Intenta descubrir si realmente te gusta la esgrima y si quieres convertirla en tu deporte. Una vez ya te hayas comprometido y quieras progresar podrás incorporar entrenamientos de físico que te ayudarán a mejorar. Por ejemplo, nadar o correr media hora dos o tres veces a la semana puede hacer una gran diferencia.
3. Acostúmbrate a que te toquen
Se trata de un deporte de lucha, van a darte, y por lo tanto meterte tocados cientos y miles de veces y no debes asustarte o dejar que te intimiden. Tranquilo llevas una equipación que evitará que notes la mayoría de ellos, pero cuanto antes superes el miedo a que te toquen, antes empezarás a disfrutar de la esgrima.
Consejo: usa toda la equipación de esgrima al completo, si eres un chico – no importa la edad- y acabas de empezar recomendamos que uses un protector para el pecho. Aunque no sea obligatorio y casi nadie lo use, ponértelo en tus primeros meses puede ayudarte a perder el miedo a que te toquen.
4. Las posiciones pronto te resultarán cómodas
La primera vez que pones los pies en la posición correcta y sujetas tu arma, es decir estás en guardia, puede resultarte incómodo y puede que la simple posición te cause agujetas al día siguiente. Pero tranquilo, es simplemente porque estás poniendo a trabajar músculos que no están tan acostumbrados a hacerlo y pronto se adaptarán. Después de unas semanas ni lo notarás. El malestar se irá antes de que te des cuenta.
Tu entrenador te enseñará estiramientos que harán que las posiciones sean más fáciles y cómodas. No tengas miedo de preguntar nunca tus dudas.
La guardia implica que tus piernas estén ligeramente flexionadas, por mucho que te duelan o te canses es mejor que aprendas desde el principio a mantener una buena posición. Es preferible que pidas un pequeño descanso a que trates de ir por el camino fácil y pongas una posición más cómoda pero que no te beneficiará.
Consejo: trata siempre de hacer una serie de estiramientos después de los entrenamientos. Habla con tu entrenador para que te enseñe ejercicios para que incorpores en tu rutina. Asimismo, cuando vuelvas a casa puedes probar a darte baños calientes con sales de epsom si las primeras semanas ves que tienes muchas agujetas.
5. No olvides concentrarte en tus pies
Probablemente pienses que en la esgrima el arma es lo principal y lo único importante, pero los desplazamientos, es decir, como te mueves por la pista, tienen una importancia vital. Sobre todo, al principio, gran parte del entrenamiento irá destinado a trabajar las piernas. Moverse por la pista de manera efectiva y controlar la distancia es lo marca la diferencia. Sí, el arma es importante, pero los desplazamientos son las verdaderas estrellas.
Consejo: no necesitas tener las mejores zapatillas de esgrima, zapatillas como, por ejemplo, las de tenis o voleibol también son perfectas para hacer esgrima y podrás encontrarlas a un precio más asequible.
6. Empieza con lo básico
Puede que nada más empezar sea una tentación ir a Internet y buscar consejos o ataques impresionantes que aún no te hayan enseñado. Pero cuando llevas poco tiempo es mejor ir paso a paso y trabajar por conseguir una buena base.
Cuando eres nuevo en algo es necesario repetirlo muchas veces hasta que lo interiorices bien, los movimientos y las posturas más básicas tienen que reforzarse continuamente.
Consejo: “keep it simple!” es lo que los mejores esgrimistas hacen.
7. No practiques en casa
Practicar es importante, pero al principio hacerlo en casa no es nada recomendable. A pesar de que ya hayas ido a varias clases, no deja de ser algo nuevo a lo que tu cuerpo no está 100% acostumbrado, y en casa no tendrás un entrenador que te guíe. Aunque durante el fin de semana intentes repetir lo aprendido, cuando llegues el lunes te darás cuenta de que había muchas cosas que no estabas haciendo bien, y te tocará volver a aprender los movimientos y corregir los fallos que sin darte cuenta ibas cometiendo en casa. Tranquilo, con el tiempo serás un esgrimista más experimentado y podrás practicar en casa.
Consejo: si quieres mejorar tu esgrima fuera de las clases puedes complementar los entrenamientos con deportes que mejoren tu resistencia, como, por ejemplo, ir a montar en bici, correr o nadar. Pero no tomes la decisión por tu cuenta, pregunta antes a tu entrenador.
8. Lleva una botella de agua a los entrenamientos
Llevar todo el equipo de esgrima produce mucho calor, además es un deporte en el que te mueves mucho, por lo que, para entrenar de una manera efectiva, vas a tener que mantenerte hidratado. Llevar desde el principio a los entrenamientos una botella de agua te ayudará a adquirir rápidamente el hábito de beber agua de manera asidua. Cuando estés haciendo esgrima tendrás que tomarte en serio lo que tu cuerpo necesita ya que ayudará a que mantengas tu cuerpo sano y a que tu entrenamiento sea más eficaz.
9. Un mejor equipo no hará que mejores más rápido
El equipo de esgrima puede suponer un gran gasto, al igual que si te compras la mejor raqueta de todas o las mejores botas de fútbol del mercado. Por supuesto que los mejores esgrimistas usan el mejor equipo, pero también es el más caro. Sin embargo, el equipo no es lo que hace a esos esgrimistas campeones. Lo que te hará mejor será ir a entrenar, ser constante y tener ganas de mejorar más cada día.
Aunque los equipos más caros sean más bonitos y te hagan parecer un verdadero campeón, uno más básico también servirá. Cada vez las marcas producen mejores equipos y a precios más asequibles con los que también estarás cómodo y protegido.
Consejo: habla con tus compañeros y tu entrenador para ver qué equipo te viene mejor. Trata de no comprar el más barato porque en muchas ocasiones la calidad desciende bastante y aunque te ahorres dinero ahora puede que en 6 meses ya se haya estropeado. Intenta invertir en un equipo de calidad media, incluso si tienes algún amigo que haya practicado esgrima puedes pedírselo prestado o comprarlo de segunda hasta que decidas que la esgrima sí es tu deporte.
10. Perderás más veces de las que ganas
Perder es parte del deporte y no tiene porque ser una cosa mala. Cada asalto de esgrima tiene un perdedor y un ganador, unas veces ocuparás un puesto, y otras veces el otro. Cuanto antes entiendas que perder es parte del proceso y que es una oportunidad de aprender, más disfrutarás de la esgrima.
Consejo: no importa cuantos asaltos hayas ganado o perdido durante el entrenamiento, lo importante es que en cada uno de ellos hayas practicado lo aprendido. Trata de ver los asaltos perdidos como una oportunidad de oro para ser mejor.
11. Ve a los entrenamientos, practica y escucha
No hay ningún secreto para llegar al éxito, lo único que tienes que hacer es ir a entrenar, practicar y escuchar. Ser constante, tener ambición y saber escuchar los consejos que te dan tus entrenadores son las tres máximas que todo gran tirador pone en práctica.
Consejo: no todos los entrenamientos van a salir perfectos, trata de no frustrarte y aunque haya épocas peores sé perseverante y sigue esforzándote, el éxito llegará.
12. ¡Diviértete haciendo esgrima!
¡No te lo tomes tan en serio! Por supuesto que tienes que dar lo mejor de ti mismo, pero, al igual que en todos los deportes, el objetivo debe ser disfrutar y pasártelo bien, ese es el secreto para convertirte en un buen esgrimista.
Consejo: trabaja la amistad con tus compañeros y tu entrenador, todo es mucho más divertido cuando se comparte. Es normal que al principio sientas que son demasiadas cosas, hay mucho que aprender, pero pronto te engancharás a la esgrima y no habrá quien te saque de las pistas.
¡A por ello!
Imagen: Facebook FIE